La Tempranillo es, sin lugar a dudas, la joya de la corona en la viticultura española, especialmente en la prestigiosa región de la Rioja. Esta variedad de uva tinta, también conocida como Tinta del País, Cencibel o Tinta de Toro, ha sido cultivada durante siglos en la Península Ibérica, consolidándose como la cepa más emblemática de nuestra tierra. Su nombre, derivado de «temprano», alude a su maduración precoz en comparación con otras variedades, lo que le confiere características únicas y apreciadas en el mundo del vino.

Origen y distribución de la Tempranillo

Aunque la Tempranillo es originaria de España, su cultivo se ha extendido a diversas regiones vitivinícolas del mundo, incluyendo países como Portugal, Argentina y Estados Unidos. Sin embargo, es en la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja donde esta variedad encuentra su máxima expresión, adaptándose perfectamente a los suelos y climas de la región. Estudios recientes del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV) sugieren que la Tempranillo es el resultado de una hibridación entre el Albillo Mayor y la casi extinta Benedicto, lo que resalta su origen autóctono y su rica herencia genética. 

Características agronómicas y enológicas

La Tempranillo se distingue por sus racimos compactos y bayas de tamaño medio a grande, con piel gruesa y color azul-negro. Esta morfología le permite adaptarse a diversas condiciones climáticas, aunque muestra una preferencia por climas continentales con influencias mediterráneas, como los que predominan en la Rioja Alta. Según un estudio publicado en la «Revista de Estudios Agropecuarios», se han identificado diferencias significativas en el comportamiento agronómico y en la calidad de la uva de distintos clones de Tempranillo según su zona de origen, lo que subraya la importancia del terroir en la expresión de esta variedad. 

En cuanto a su perfil organoléptico, los vinos elaborados con Tempranillo suelen presentar un color rubí intenso, con aromas que evocan frutas rojas y negras, como cerezas, ciruelas y moras, acompañados de notas especiadas, herbáceas y, en ocasiones, toques de tabaco y cuero. En boca, estos vinos son equilibrados, con taninos suaves y una acidez moderada, lo que les confiere una estructura elegante y un final persistente.

 

Altos de Corral: La esencia de la Tempranillo en su máxima expresión

En Bodegas Corral, nos enorgullece contar con nuestra línea Altos de Corral, una colección que rinde homenaje a la Tempranillo y a la rica tradición vitivinícola de la Rioja Alta. Nuestros viñedos, situados en la finca Altos de Corral en el municipio de Navarrete, se encuentran a una altitud de 600 metros sobre el nivel del mar, en un enclave privilegiado donde la combinación de suelos arcillo-calcáreos y aluviales, junto con el clima mediterráneo continental, crean las condiciones ideales para el cultivo de esta noble variedad. 

 

 

Altos de Corral Single Estate Crianza 

Este vino, elaborado al 100% con Tempranillo, ha sido envejecido durante 12 meses en barricas nuevas de roble francés de 225 litros, seguido de 12 meses adicionales en botella. Presenta un color morado oscuro y en nariz se caracteriza por su gran madurez, con notas de madera nueva de roble y aromas a endrinas, ciruelas, cerezas negras y anís. En boca, es denso, estructurado y fresco, con notas a frutas negras, regaliz y un ligero toque a licor, culminando en un final largo. Es el acompañante ideal para carnes, y se recomienda servirlo entre 15ºC y 18ºC. 

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Altos de Corral Single Estate Reserva 

Para aquellos que buscan una experiencia más profunda, nuestro Reserva ofrece una complejidad y madurez excepcionales. También elaborado al 100% con Tempranillo, este vino ha sido envejecido durante 24 meses en barricas de roble francés de 225 litros y posteriormente afinado durante 12 meses en botella. De color púrpura con ribetes rojo-rubí, en nariz despliega aromas a fruta negra madura, trufa negra, arándanos, piel y hoja de tabaco. En boca, se presenta denso, con cuerpo, tanino medio y notas a roble, café y mocca, ofreciendo un final largo y agradable. Al igual que el Crianza, es perfecto para acompañar carnes y se sugiere servirlo entre 15ºC y 18ºC. 

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Compromiso con la calidad y la sostenibilidad

En Bodegas Corral, entendemos que la grandeza de un vino nace en el viñedo. Por ello, nuestras 10 hectáreas de Altos de Corral son cultivadas con esmero, siguiendo prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. La altitud y orientación de nuestros viñedos, junto con la selección cuidadosa de las uvas y un proceso de vinificación meticuloso, nos permiten ofrecer vinos que son una auténtica expresión del terroir de la Rioja Alta y de la nobleza de la Tempranillo.

La ciencia detrás de la Tempranillo

La Tempranillo no solo es apreciada por su versatilidad y calidad enológica, sino también por sus propiedades saludables. Diversos estudios han analizado su composición fenólica, determinando que esta variedad contiene una alta concentración de resveratrol, un polifenol con propiedades antioxidantes que se ha asociado con beneficios cardiovasculares. Un artículo publicado en la Journal of Agricultural and Food Chemistry destaca que los vinos elaborados con Tempranillo presentan un contenido elevado de antocianos y taninos, compuestos que contribuyen a su color, estructura y capacidad de envejecimiento.

Además, investigaciones recientes han explorado la influencia del cambio climático en el comportamiento de la Tempranillo. Un estudio del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino ha demostrado que esta variedad es particularmente sensible a las variaciones de temperatura y precipitación, lo que puede afectar su maduración y composición química. En Bodegas Corral, conscientes de estos desafíos, implementamos prácticas de viticultura sostenible para garantizar la calidad y autenticidad de nuestros vinos.

Tempranillo y maridaje: El arte de la combinación

Uno de los aspectos más fascinantes de la Tempranillo es su capacidad para adaptarse a una amplia gama de maridajes. Su equilibrio entre acidez, taninos y notas frutales lo convierte en el compañero perfecto para diversos platos.

  • Carnes rojas y asados: La estructura de un Altos de Corral Reserva realza los sabores de un solomillo a la parrilla o un cordero asado.
  • Quesos curados: Las notas a frutas negras y café de un Altos de Corral Crianza armonizan con quesos manchegos o idiazábal ahumado.
  • Platos especiados: Gracias a su intensidad y complejidad, un Tempranillo bien estructurado es ideal para guisos con pimentón, platos con setas o incluso cocina mexicana con toque ahumado.

Este potencial gastronómico ha contribuido a la consolidación de la Tempranillo como una de las variedades más apreciadas a nivel internacional, tanto por expertos como por amantes del vino.

El futuro de la Tempranillo en Bodegas Corral

El legado de la Tempranillo continúa evolucionando en Bodegas Corral. Con cada añada de Altos de Corral, buscamos capturar la esencia del viñedo y reflejar la autenticidad del terroir de la Rioja Alta. Nuestra apuesta por la viticultura ecológica y las técnicas de vinificación innovadoras nos permite seguir explorando nuevas expresiones de esta variedad emblemática.

Desde los tintos jóvenes hasta los Reservas y Gran Reservas, la Tempranillo seguirá siendo el alma de nuestros vinos, transmitiendo la riqueza de nuestra historia y la pasión por el vino que nos define.

En cada copa de Altos de Corral, se encuentran siglos de tradición, innovación y el inconfundible carácter de la Rioja Alta. ¡Brindemos por la Tempranillo y su inagotable capacidad de emocionarnos!